San Gregorio, papa del siglo VI, conocido como Gregorio Magno, es una figura clave en la Iglesia católica por su papel en la reforma litúrgica, la organización eclesial y su profunda espiritualidad. Teólogo, hombre de acción y pacificador, dejó huella en su tiempo con su dedicación al ministerio pastoral y a la ayuda a los pobres. Inspirarse en San Gregorio significa acoger un modelo de sabiduría, humildad y servicio, pidiendo la fuerza para vivir una fe comprometida e iluminada.